miércoles, 16 de junio de 2010

Superar el déficit hipotecando (más) el futuro

El otro día me recomendaron un artículo muy interesante en el periódico ABC. Está escrito por Jaime Lamo de Espinosa (Catedrático de economía de la UPM) y se titula "la lucha contra el déficit: ¿una nueva desamortización?".

El señor Lamo plantéa con argumentos objetivos que una forma interesante de enjugar el cuantioso déficit de nuestra economía podría ser la puesta en marcha de una nueva desamortización. Propone poner en venta un montón de hectáreas de montes públicos que, en su opinión no están siendo utilizados por parte de las distintas administraciones públicas. Se trata de tierras no productivas que tampoco están en espacios protegidos y cuya venta podría ayudar a reducir el déficit ese tan malísimo que nos trae de cabeza a todos.

Al margen de que haya o no empresas dispuestas a comprar esas fincas para ponerlas en producción, lo que me interesó del artículo es el transfondo del asunto. No entiendo mucho (por no decir nada) de economía. Pero tengo la sensación de que eso del déficit se debe a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades durante unos pocos años. Unos tres lustros de AVEs, cochazos, hipotecones impagables, aceras nuevas cada año y otros excesos. Hemos gastado en este tiempo más de lo que hemos ingresado. De hecho, hemos gastado hasta una parte de nuestro futuro, o del de nuestros hijos. Importando riqueza desde el futuro, mediante el crédito, nos hemos convertido en un país de nuevos ricos ávidos por seguir consumiendo. Bueno, o así lo veo yo al menos, con mis nulos conocimientos de economía humana. Por eso, el argumento del señor Lamo me deja un poco patidifuso. Este hombre plantéa que le demos un valor económico a nuestros montes y los vendamos al mejos postor. Me suena a más de lo mismo: seguir importando riqueza del futuro. En este caso la importamos de un futuro más lejano, ya que la dinámica ecológica de nuestros montes excede probablemente a la de los productos económicos con los que nos bombardean todos los días (bonos del estado, deudas, bonos basura y demás gaitas).

Dicen que la deuda española está por los suelos. Eso quiere decir (creo) que nadie da un duro porque seamos capaces de pagar en la próxima década el pastizal que debemos a media Europa (ver imagen inferior). Con esta propuesta estaríamos contrayendo una deuda a varios siglos vista. Una deuda que contraeríamos con nuestros descendientes. ¿podríamos pagarla?, ¿qué pensarían de nosotros cuando no la paguemos?.


¿no sería más razonable saldar nuestras deudas usando estrategias diferentes a las que crearon el problema?. Quizás la inversión en la generación de conocimiento es una de las posibles vías de solución. Crear conocimiento es una forma de exportar recursos al futuro. O al menos esa es una de las muchas cosas que nos cuenta este magnífico video de Alfons Cornella en la TEDx de Bacelona. He intentado incrustarlo aquí, pero no lo permiten desde youtube ...

En fin, cosas de la crisis. Aunque la verdad, uno sale al campo a dar un paseo y se olvida de esta sensación de estar al borde del precipicio. Los embalses están llenos, las montañas siguen con nieve hoy día 16 de junio (ver mapita inferior) y los pajaritos cantan ;) Aparentemente será un año muy productivo biológicamente hablando ;)


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