lunes, 18 de octubre de 2010

¡ Tienes un correo nuevo !

Últimamente tengo la sensación de dedicar una parte importante de mi tiempo de trabajo a escribir y leer el correo electrónico. Me siento enganchado al gmail y tiendo a echarle la culpa al correo de que al final del día nunca me quede tiempo para hacer cosas más productivas: escribir y leer artículos científicos, preparar nuevos proyectos, aprender ...

Empeñado en culpar a tan demoniaco invento, me bajé una extensión de Chrome que te muestra unas bonitas estadísticas de la cantidad de correo que gestionas al mes. Se llama Graph your inbox y te permite generar gráficas temporales mostrando el número de correos en función de diversas etiquetas. Se supone que para vencer a tu enemigo tienes que conocerlo bien ...

Así que calculé cuántos correos me llegan y cuántos correos envío. Los resultados se muestran en las siguientes gráficas (lo siento, no se ven muy bien).



En esta primera se muestran los correos que llegan (rojo) frente a los que salen de mi buzón (azul), por meses y años. La tendencia es a gestionar cada vez más correo. El pico se alcanzó en mayo con más de 500 correos que entraron en mi buzón (descontando spam...). Se observan claramente los periodos vacacionales, durante los cuales llega y sale mucho menos correo. Calculando el número de correos al día, me salen unos 25 de entrada y otros tantos de salida, aproximadamente. En lo que llevamos de 2010 he recibido casi 4000 correos.

Bien, ya está identificado el problema, más o menos. Podría afinar más haciendo un análisis de las personas con las que más correos intercambio. No muestro las gráficas, pero el que más correos me envía es mi jefe, que casualmente es al que más correos escribo (a modo de venganza, claro ;)

¿son muchos 50 correos al día? A mí me lo parecen, pero no estaba seguro, por lo que me puse a bucear por ahí. Encontré testimonios de gente que maneja 400 correos al día. Vivir con esa carga debe de ser una pesadilla insoportable. Pero entre mucha morralla, me encontré esta perla de entrada. Pertenece a un blog que parece ser de autoayuda. No sé cómo serán el resto de contenidos, pero en esta entrada encontré 5 motivos por los cuales la gente escribe correos electrónicos. Bueno, más que motivos, son casi pecados. Cito textualmente:

1. La gente envía mensajes de correo electrónico para no asumir la responsabilidad de solucionar los problemas por sí mismos. Traspasan sus problemas a la persona (s) que recibe el correo electrónico. (este me encanta. En el fondo yo también lo hago aunque de manera inconsciente, así que me declaro parcialmente culpable)

2. La gente envía mensajes de correo electrónico porque no se preocupan por las otras personas ni por el efecto que tienen estos correos sobre el tiempo del destinatario. (demoledor también. Tenemos que desarrollar una especie de empatía digital ;)

3. La gente envía correos electrónicos, porque permiten el desarrollo de cualquier idea nueva, no importa cuán estúpida sea ésta , quieren comunicarla al instante y piensan que su idea es más importante de lo que realmente es. (buf. También culpable, padre. Aunque para esto me gustaba mucho más google wave)

4. La gente envía mensajes de correo electrónico para no tener que hablar con otro ser humano directamente. (en esta soy inocente, por ahora ...)

5. La gente envía correos electrónicos, para demostrar cuan duro está trabajando. ¿No le impresiona abrir su correo electrónico en la mañana y ver que alguien le envió un email a las 3 am? (Sí, sí sí, me impresiona. De hecho, tengo programado el gmail para que envíe correos a mi jefe a esa hora. Así que también culpable)

4 de 5, no está mal...

Creo que tengo 4 frentes abiertos en los que luchar para reducir mi carga de correos electrógenos y tener tiempo al fin para cosas más productivas...

En fin, el que esté libre de pecado, ya sabe.

jueves, 30 de septiembre de 2010

El coste de las becas

Un amigo ha puesto en su twitter un enlace a esta carta al director publicada en el país:

No haré comentarios porque se explica por sí misma y porque lo único que me salen son sapos y culebras. Con algunos matices, creo que unos pocos millones de treintañeros estarían dispuestos a firmarla.

Allá va:

Estudié toda mi vida con becas. Eso, dicho así, parece una frase hecha, pero no. Estudié toda mi vida con becas, que significan -entre otras cosas- dinero de todos los contribuyentes. Con 14 años, el estado empezó a pagarme 14.000 pesetas anuales a modo de beca para materiales. Tengo 31 años, así que hablamos de 14.000 pesetas del año 1993. Desde los 17 me becaron con 32.000, con lo cual para cuando acabé el instituto el Estado había ingresado en mi cuenta 92.000 pesetas contantes y sonantes.

Entré en la Universidad y también tuve becas, nunca tuve que pagar ni una sola matrícula. A una media de, pongamos, 75.000 pesetas por curso, eso hacen 375.000. Además, recibí una beca escolar que, de media, eran unas 150.000 pesetas anuales: 750.000 en los cinco años. En quinto de carrera tuve, además, una beca de colaboración de mi Departamento. Se suponía que era para aprender investigar, pero lo único que me enseñaron fue a cargar carretillas de papel para la fotocopiadora, hacer funcionar la fotocopiadora y cambiar el tóner de la fotocopiadora. Me pagaron 23.000 pesetas al mes, diez meses. Total hasta aquí 1.447.000 pesetas. Unos 8700 euros.

Recibí cuatro becas diferentes para hacer el doctorado. La primera que acepté era de una fundación que me pagaba cuando le parecía oportuno, no me daba recibos del pago y, además, me metió en líos con Hacienda. En cualquier caso, seis meses a 600 euros, 3600 euros. Poco tiempo después recibí otra con patrones que me timaron en menos aspectos. No me contrataron, pero me hicieron firmar dedicación completa. Trabajé para ellos bajo la miserable forma de una beca: di clases, publiqué en revistas, hice estancias de investigación... pero días cotizados, cero. 800 euros al mes, 36 meses, 28.800 euros en total. A eso hay que sumar tres estancias de investigación en prestigiosos centros del extranjero, a digamos 1200 euros de subvención cada una. Esto ya parece el 1, 2, 3... 41.100 euros de todos los españoles. El último año, por fin, los becarios de investigación conseguimos que se nos hiciera un contrato. A la hora de firmarlo, te daban un papelito donde tenías que firmar que renunciabas a tu baja maternal, en caso de quedarte embarazada. Eso sí que son políticas de conciliación y lo demás cuentos. Nos daban, por primera vez, paga extra. Se la llevó Hacienda, pero la sumo igual. Doce meses, catorce pagas, a 1100 euros, 15400 euros, 56.500 en total.

Ahora viene la pirueta. Después de seis años trabajando para la Universidad, había cotizado un año. Cobré el paro y envié currículos. 630, mi madre lo recuerda bien. Durante mis dieciséis años en el mercado laboral español tuve los empleos más diversos además de la Universidad: guía turística para la tercera edad, traductora de manuales deportivos, profe particular, manufacturera -que no diseñadora- de bolsos y abalorios, dobladora de anuncios de radio... Que no se diga que no lo intenté en varios campos.

Lo intenté con todas mis fuerzas. Me agarré a la tierra de Asturias con pies y manos. Estuve un año en el paro, con una carrera, un máster, un doctorado, cuatro idiomas y dispuesta a trabajar de lo que saliese... pero no salió nada. En unos estaba demasiado formada, en otros no daba, literalmente, la talla -hasta para dependienta de tienda de ropa de adolescentes me presenté-, así que decidí emigrar. El camino fuera de Europa no es sencillo: veo a mis padres por Skype, mi presencia empieza a borrarse de los recuerdos de mis amigas -"¿todavía vivías aquí cuando pasó eso?"- y suplico a las alturas que el señor de inmigración no se quede con mi barra de turrón de Suchard y mis latas de bonito en aceite cuando vuelvo, siempre antes de Reyes, a incorporarme a mis clases en una estupenda Universidad de la soleadísima costa estadounidense del Pacífico. Lo más triste es que soy feliz aquí, a pesar de que veo la tristeza inmensa en los ojos de mis padres.

En resumen, España invirtió en mí, directamente, casi diez millones de pesetas, además de la formación universitaria, y ahora lo está aprovechando otro país: un lugar donde me siento un miembro útil y productivo de la sociedad. El problema más grande es que mi caso no es único. De mis quince compañeros del doctorado, solo dos están trabajando en España, en condiciones lamentables, eso sí, en la Universidad. Solo en nosotros, solo en nuestro pequeño rinconcito de la sala de becarios con sus palomas anidadas en una ventana, el Estado español tiró a la basura 130.000.000. Ciento treinta millones de pesetas que estábamos deseando revertir a la sociedad en aquello para lo que nos habíamos formado, pero no nos resulta posible. Trabajamos un tiempo gratis, mucho tiempo sin contrato, muchas más horas que una jornada estándar, sin sanidad, sin derecho a baja maternal, sin derecho a paro y, sobre todo, sin derecho a quejarnos. Porque éramos unos privilegiados, la creme de la creme de la intelectualidad que iba a llevar a España a cotas nunca antes conocidas. Y eso último es lo único cierto. Somos la generación que va a llevar a España a cotas nunca antes conocidas de desesperación, de frustración, de angustia, de parturientas añosas, de abuelos que van a tener que aprender chino o inglés para preguntarle a sus nietos -por skype- de qué color es la bici que piden a los Reyes Magos en casa de los abuelitos y que les va a llegar por correo.


sábado, 25 de septiembre de 2010

18 minutos y 11 segundos para explicar cómo cambiar el mundo



Johan Rockstrom me ha dejado boquiabierto en esta charla de TED. En sólo 18 minutos describe los enormes problemas a los que se enfrentará la humanidad en las próximas décadas. Pero lo hace con tal maestría e ilusión que el pesimismo y la negatividad no tienen cabida en su charla. Su principal reflexión es que las crisis a las que nos estamos enfrentando allanan el camino para la creación de nuevos paradigmas más enriquecedores para todos. No sé si será verdad o no, pero me encanta escucharlo ;)

Comienza describiendo los principales impactos de la actividad humana sobre el planeta Tierra, para luego definir un concepto interesante: la barrera de seguridad. Se trata de un límite difuso que no es recomendable sobrepasar si queremos mantener nuestra civilización dentro de los límites de la sostenibilidad planetaria. Se definen 9 límites, uno por cada uno de los principales problemas ambientales a los que nos enfrentamos (cambio climático, pérdida de biodiversidad, cambios de uso del suelo, etc.). Según describe con detalle en este artículo de Nature, hemos sobrepasado con creces la barrera en 3 de los 9 límites. Pero áun tenemos margen de maniobra en el resto.



El sombreado verde interior representa la "zona segura" propuesta para cada uno de los 9 sistemas planetarios. Las cuñas rojas representan la posición actual estimada para cada variable. Los límites en tres sistemas (pérdida de biodiversidad, cambio climático e interferencia con el cambio climático) ya han sido superados.


Pero lo mejor de todo es que, después de describir estos problemas (con una tierra inflable en la mano), defiende con argumentos sólidos que el cambio es posible. Que está en nuestras manos, que tenemos las herramientas para hacerlo: "In fact there is ample science to indicate that we can do this transformative change, that we have the ability to now move into a new innovative, a transformative gear, across scales."

Bueno, no quiero enrollarme más. Disfrutad del video. Hoy me he enamorado de este sueco, que por cierto usa brillantemente el lenguaje científico y nos hace comprender conceptos complejos sin usar jergas ...

viernes, 24 de septiembre de 2010

El lenguaje científico

"Las jergas del lenguaje científico no parecen construidas para establecer una comunicación entre aquellos que los usan, sino para excluir a quienes lo ignoran. "

Esta demoledora cita procede de un libro que estoy leyendo y que se titula "Llamamiento y otros fogonazos". Es en general un libro demoledor. O más bien que pretende justificar filosóficamente la demolición de nuestra actual sociedad mercantilista. Todavía no sé muy bien qué proponen poner en su lugar, pero eso es otra historia. Hoy lo traigo aquí porque esta vez estoy bastante de acuerdo con la cita.

Los lenguajes científicos surgieron probablemente como un intento de sistematizar la forma en la que nombramos conceptos comunes. Si todos nos ponemos de acuerdo en llamarle a una cosa o proceso con el mismo nombre, pues nos entenderemos mejor. Pero muchas veces ocurre justo lo contrario, que el lenguaje así creado se vuelve contra nosotros y dificulta la comunicación en lugar de facilitarla. Lo que me preocupa no es tanto que esto ocurra, sino los motivos por los que sucede. Sospecho que el ego (esa fiera insaciable que todos llevamos dentro) tiene algo que ver en el asunto. Creo que el ego se alimenta de las situaciones en las que uno está por encima de los demás (permítaseme la generalización): publicar más artículos que mis compañeros, tener más proyectos o ganar más dinero. Pero en este caso se trata de una subespecie rara de ego. Podemos llamarle el ego tribal. Si uso una jerga que nadie entiende, ni siquiera mis compañeros más cercanos, probablemente quedaré en evidencia y mi ego sufrirá un duro golpe. Pero si mi jerga la entienden unos pocos (no muchos), pues entonces el ego engordará considerablemente porque hay alguien que me entiende y unos muchos que no son lo suficientemente sabios para hacerlo.

Total, que esto apoya mi teoría de que es el ego y no la ley de la gravedad, el que hace que el mundo gire ;)

(afortunadamente hay honrosas excepciones a esta ley)

miércoles, 25 de agosto de 2010

Animándome ...


Muévete y cambiaremos el mundo






Útimamente no me creo esto mucho, así que esta entrada forma parte de una campaña de autoconvencimiento para seguir enredando ;)

miércoles, 28 de julio de 2010

¿Maldita lucidez?

A veces entro en crisis y me pregunto qué demonios estoy haciendo con mi vida. Me pregunto por qué trabajo en esto y por qué trabajo tanto ... Suelo pasar unos días pensando en cómo cambiar y cómo mejorar. En algunas ocasiones son pensamientos casi inconscientes, que ocurren en las zonas más profundas del cerebro. Y en algún momento de estas reflexiones existenciales suelo acordarme de los siguientes párrafos. Hablan de la ludicez, de cómo convivir con ella y de lo duro que esto resulta. Son frases que Adolfo Aristarain pone en boca de Federico Luppi en la película "Lugares comunes". Una maravilla de película.

Hoy no me he podido resistir y pego el monólogo de Luppi a continuación:

Uno sabe pero se olvida de que sabe... Esa es la manera de convivir con la lucidez, pero la cosa se complica cuando uno no se puede olvidar. El despertar de la lucidez puede no suceder nunca pero cuando llega, si llega, no hay modo de evitarlo. Y cuando llega se queda para siempre. Se percibe el absurdo, el sin sentido de la vida, se percibe también que no hay metas y que no hay progreso; se entiende aunque no se quiera aceptar que la vida nace con la muerte adosada, que la vida y la muerte no son consecutivas sino simultáneas e inseparables. Si uno puede conservar la cordura y cumplir con normas y rutinas en las que no cree es porque la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia.


"La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra: Lúcido viene de Lucifer, el Arcángel rebelde, el Demonio… Pero también se llama Lucifer el Lucero del Alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse… Lúcido viene de Lucifer y de Lucifer viene Lux, de Ferous, que quiere decir 'el que tiene luz, el que genera luz que permite la visión interior'… El bien y el mal, todo junto. La lucidez es dolor, y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez… "El silencio de la compresión del mero estar. En esto se van los años. En esto se fue la bella alegría animal". Pizarnik genial…


…El lúcido puede seguir viviendo mientras conserve el instinto de la especie, el impulso vital. Es muy posible que con los años esa fuerza instintiva y oscura se pierda. Es necesario entonces apelar a algo parecido a la fe. Hay que inventarse un motivo, una meta que nos permita reemplazar el impulso animal que se ha perdido por una voluntad fríamente racional. Pero esa voluntad es un motor muy difícil de mantener. De repente y sin motivo, se va, se apaga, desaparece. Es entonces cuando se sigue o no se sigue, se puede o no se puede. Y si no se puede, no hay culpa. No importa el amor de los otros, ni el amor que uno siente por ellos. Si uno no sigue, todo sigue sin uno y sigue igual. Todo pasa, la ausencia pasa. Se conoce a la muerte antes de morir: es un final antiguo, rutinario y común. Es un final deseado que se espera sin temor, porque uno lo ha vivido muchas veces. Todo da igual…


Después de leer este texto y de recoger los palos del sombrajo que se me han caído, suelo acordarme de mi ex vecino Javi y de su filosofía montañesa. Suele decir (y no le falta razón), que nuestro problema es que pensamos demasiado. A las cabras montesas se les ve felices, según él, y debe ser porque se calientan poco la cabeza... Será esa la bella alegría animal a la que se refiere Pizarnik.

miércoles, 16 de junio de 2010

Superar el déficit hipotecando (más) el futuro

El otro día me recomendaron un artículo muy interesante en el periódico ABC. Está escrito por Jaime Lamo de Espinosa (Catedrático de economía de la UPM) y se titula "la lucha contra el déficit: ¿una nueva desamortización?".

El señor Lamo plantéa con argumentos objetivos que una forma interesante de enjugar el cuantioso déficit de nuestra economía podría ser la puesta en marcha de una nueva desamortización. Propone poner en venta un montón de hectáreas de montes públicos que, en su opinión no están siendo utilizados por parte de las distintas administraciones públicas. Se trata de tierras no productivas que tampoco están en espacios protegidos y cuya venta podría ayudar a reducir el déficit ese tan malísimo que nos trae de cabeza a todos.

Al margen de que haya o no empresas dispuestas a comprar esas fincas para ponerlas en producción, lo que me interesó del artículo es el transfondo del asunto. No entiendo mucho (por no decir nada) de economía. Pero tengo la sensación de que eso del déficit se debe a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades durante unos pocos años. Unos tres lustros de AVEs, cochazos, hipotecones impagables, aceras nuevas cada año y otros excesos. Hemos gastado en este tiempo más de lo que hemos ingresado. De hecho, hemos gastado hasta una parte de nuestro futuro, o del de nuestros hijos. Importando riqueza desde el futuro, mediante el crédito, nos hemos convertido en un país de nuevos ricos ávidos por seguir consumiendo. Bueno, o así lo veo yo al menos, con mis nulos conocimientos de economía humana. Por eso, el argumento del señor Lamo me deja un poco patidifuso. Este hombre plantéa que le demos un valor económico a nuestros montes y los vendamos al mejos postor. Me suena a más de lo mismo: seguir importando riqueza del futuro. En este caso la importamos de un futuro más lejano, ya que la dinámica ecológica de nuestros montes excede probablemente a la de los productos económicos con los que nos bombardean todos los días (bonos del estado, deudas, bonos basura y demás gaitas).

Dicen que la deuda española está por los suelos. Eso quiere decir (creo) que nadie da un duro porque seamos capaces de pagar en la próxima década el pastizal que debemos a media Europa (ver imagen inferior). Con esta propuesta estaríamos contrayendo una deuda a varios siglos vista. Una deuda que contraeríamos con nuestros descendientes. ¿podríamos pagarla?, ¿qué pensarían de nosotros cuando no la paguemos?.


¿no sería más razonable saldar nuestras deudas usando estrategias diferentes a las que crearon el problema?. Quizás la inversión en la generación de conocimiento es una de las posibles vías de solución. Crear conocimiento es una forma de exportar recursos al futuro. O al menos esa es una de las muchas cosas que nos cuenta este magnífico video de Alfons Cornella en la TEDx de Bacelona. He intentado incrustarlo aquí, pero no lo permiten desde youtube ...

En fin, cosas de la crisis. Aunque la verdad, uno sale al campo a dar un paseo y se olvida de esta sensación de estar al borde del precipicio. Los embalses están llenos, las montañas siguen con nieve hoy día 16 de junio (ver mapita inferior) y los pajaritos cantan ;) Aparentemente será un año muy productivo biológicamente hablando ;)


Ver mapa más grande

lunes, 26 de abril de 2010

Ser singular ...

"Se nos ha vendido esta mentira: lo que poseemos de más o en exclusiva respecto a los otros, es lo que nos distingue de lo común.

Nosotros hacemos la experiencia inversa: toda singularidad se experimenta en el modo y la intensidad con la que un ser hace existir algo común"

Llamamiento y otros fogonazos. Acuarela & A. Machado, Madrid, 2009

martes, 20 de abril de 2010

Evolución de la accesibilidad de la información

Hemos preparado una gráfica dinámica que muestra cómo ha evolucionado la accesibilidad de la información ligada al Observatorio de seguimiento del Cambio Global en Sierra Nevada. Cada uno de los recursos de información (=metodologías de captura de datos) se representa con una bolita cuyo tamaño es proporcional al número de años de los cuales se tienen datos. La posición de la bolita en el eje X muestra la complejidad asociada a la metodología de captura de información. La posición en el eje Y muestra lo accesible (de 0 100) que es la información por parte de los usuarios. Esto último se evalúa en función de la existencia de una base de datos normalizada que contiene la información, la existencia de protocolos de consulta estandarizados y en último término (mayor grado de accesibilidad) de la existencia de una aplicación informática para trabajar con la información.

La gráfica ha sido creada usando un gadget de google docs llamado Motion Chart, del que ya hemos hablado en alguna ocasión.


ERROR, No pudo mostrarse la pagina.

jueves, 25 de marzo de 2010

¡Organización!

El video de abajo muestra la actuación de un coro virtual. Un montón de gente de 13 países cantando a la vez usando una conexión a internet como vía de comunicación.




Me ha parecido muy interesante porque demuestra que es posible usar la tecnología para trabajar juntos y de forma organizada. Si unas docenas de personas son capaces de organizarse bien para hacer algo tan complejo como cantar a la vez, ¿no deberíamos ser capaces los demás mortales de ponernos de acuerdo en una reunión en la distancia, por ejemplo?. Estos chicos lo hacen (y bastante bien, por cierto)

Al ver el video no he podido evitar pensar en lo difícil que es comunicar algo con otros (me refiero aquí al ámbito laboral, sobre todo). He pensado en las decenas de reuniones que se desarrollan llenas de palabrerío vacío. O en los centenares de correos electrónicos que tienen muchas palabras, pero pocas frases con contenido de verdad. En definitiva, he pensado que muchas veces el lenguaje no es una buena forma de comunicación. Estos chicos dejan en evidencia que es posible comunicarse y coordinarse (=compenetrarse?) bien con tu compañero aunque haya unos cuantos miles de kilómetros de distancia.

Tomo nota: en la próxima reunión opinaré cantando ;)

sábado, 13 de marzo de 2010

Otro sabio que se nos va...

"La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre pero ha enfriado su corazón."

Miguel Delibes (1920-2010)

domingo, 14 de febrero de 2010

Visualización de la información

Sabemos que uno de los muchos requisitos necesarios para gestionar de manera coherente los recursos naturales es contar con información ambiental de calidad. Y también que es fundamental que esta información esté ordenada y sea fácilmente accesible a los usuarios finales. Los que trabajan en los sistemas de información de las administraciones ambientales saben mucho de esto y dedican un gran esfuerzo a ordenar dicha información. En último lugar se suele considerar (aunque con poca frecuencia y dedicando no muchos recursos) la fase de procesar la información y los datos "brutos" para generar conocimiento útil para los usuarios.

Últimamente tengo cada vez más claro que solemos olvidar un último paso en el camino que recorre la información desde que se captura o se genera hasta que llega a los usuarios finales. Me refiero al conjunto de procedimientos que hacen la información más "vistosa" y comprensible para los usuarios. Esto cobra especial importancia cuando la información tiene una fuerte componente espacial y además es relativamente compleja.

Llevo unos meses siguiendo algunos blogs que tratan sobre cómo poner vistosa la información para facilitar su comprensión. Supongo que el hecho de que sea una disciplina relativamente nueva, hace que todavía no tenga un único nombre. Pero casi siempre aparece la palabra visualización y va implícito el concepto de complejidad. De modo de estas técnicas pretenden mejorar la forma en la que se representa la complejidad implícita a cierto tipo de información.

Uno de lo que más me gusta es Visual complexity, que recopila y ordena por ámbitos temáticos distintos ejemplos de visualización de la información que el autor va encontrando en internet. La mayoría de los ejemplos tienen que ver con el concepto de red y con la complejidad inherente a la las relaciones entre los distintos nodos de esa red. Una filosofía similar sigue Infosthetic, donde el otro día me encontré una maravilla como la que se puede ver aquí. Es un buenísimo ejemplo de cómo jerarquizar el acceso a una gran cantidad de información. Nos permite visualizar de forma sencilla los ejemplares de las colecciones biológicas del museo de ciencia de Barcelona. Está hecha con Adobe Flex, que al parecer es la tecnología de moda para estas cosas ...

Y debe de ser que esto de suministrar información de forma visualmente atractiva está empezando a calar en las administraciones públicas, ya que poco a poco se van creando departamentos especializados en la visualización de la información. Probablemente el más importante (y quizás también de los más veteranos) sea el laboratorio de visualización científica de la NASA. En esta web se ponen a disposición de todo el mundo brillantes animaciones obtenidas a partir del procesamiento de las miles de imágenes de satélite con las que cuenta la NASA. Podemos ver el ritmo de las estaciones a lo largo del año en los dos hemisferios, o la dinámica del hielo en el polo norte, en el video inferior.



La ONU tiene también un departamento que se dedica a generar mapas y gráficos que resumen información de diversa naturaleza de distintos países, todo bajo el lema de "
Environmental Knoweledge for Change". Se pueden encontrar trabajos tan vistosos como éste:



En definitiva, que no basta con tener mucha información bien ordenada, sino que también hay que esforzarse en ponerla bonita ;)

Caminar por el presente

"El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados. Sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar al pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido"

El libro de los amores ridículos.
Milan Kundera

martes, 2 de febrero de 2010

EGMASADA (otra más)

Pues no, esta no es la entrada que esperabas ver aquí ... Lo siento, pero la he quitado. Volverá a estar en unos meses, cuando las consecuencias mediáticas de la misma hayan pasado. La situación me ha desbordado y al final he decidido no mantenerla por dos motivos fundamentales:

Creo que todavía no entendemos bien qué es un blog y para qué sirve. Es un sitio donde uno escribe cosas. Las cosas que le apetece escribir. Y otros (casi siempre tus colegas) lo leen y ponen comentarios en relación con las chorradas que tú escribes. Es divertido. Uno conoce gente y suele aprender cosas también. El rigor de un blog es el de la persona que escribe una entrada en cada momento. Hay entradas más rigurosas que otras. La que estabas buscando aquí tiene un rigor justito. Es fruto de un enfado con una situación que afecta a muchos. Pero con mi entrada no aspiraba a tener razón. De hecho sé que se me escapan muchos matices y sé que estoy equivocado en buena medida. Pero es mi opinión. Y soy libre de formularla en este foro (=mi blog). De hecho, no es la primera vez que digo las cosas que se dicen en el blog. La diferencia en este caso es que lo escrito, escrito está. Y si además lo pones e internet (gran error por mi parte), pues te expones a lo que ha pasado... Así que, asumiendo mi (gran) parte de responsabilidad, creo que parte del exceso de trascendencia que se le ha dado a este pensamiento mal cocinado se debe a que no sabemos bien gestionar las opiniones ajenas. No debería darnos miedo (a las empresas o insitituciones) que un pelagatos como yo diera su opinión libremente (siempre que ésta no falte el respeto a nadie). Me dicen algunos que he simplificado las cosas y que no es justo lo que digo, ya que me falta visión de conjunto. Pues claro que las he simplificado. Soy libre de opinar simplificando. Podría opinar aqui (=mi blog) que no me gusta la forma de vestir de los agentes de medio ambiente, que irían mejor de amarillo chillón. Es una opinión infundada y hasta estúpida, pero tengo derecho a tenerla y a escribirla aquí. Es más, podría instigar a que se rebelaran contra el verde que llevan, reivindicando un amarillo mucho más bonito. Seguro que nadie se molestaría. El problema es que la simplificación que he hecho afecta a la buena imagen de una empresa (pública). Y claro, eso es pisar callos o tocar las narices, que para el caso es lo mismo.

El caso es creo que no se ha entendido bien qué es opinar y el valor de las opiniones de la gente. Yo no trabajo en egmasa, y por tanto mis opiniones valen más o menos lo mismo que la reponedora del mercadona donde compro los cereales (aunque quizás haya trabajado antes en egmasa ... es una broma, no se me enfaden). Es decir, mi opinión a este respecto vale poco. Más bien nada. Otra cosa es que haya habido mucha gente que se sienta identificada con dicha opinión. Pero el caso es que esta opinión ha molestado a muchos (el que se pica ..., perdón, otra maldad. Es que me salen solas). Lo siento por ello. Hubiera preferido ver sus comentarios en el blog, promoviendo un interesante debate abierto. Pero no, no ha habido comentarios públicos. Siento que se hayan enfadado, de verdad. No he dudado nunca que en egmasa haya grandes profesionales que hacen su trabajo estupendamente. Tampoco dudo que egmasa haya hecho cosas buenas por el medio ambiente. Probablemente sin egmasa no habría planes de conservación de flora y fauna y habría muchos programas ambientales que no hubieran podido desarrollarse. Pero eso no quita que la gestión de recursos humanos de egmasa sea penosa y patética (os recuerdo que es mi opinión, la de un merluzo ajeno a la empresa).

El otro motivo por el que he decidido suprimir temporalmente la entrada es el uso que le han dado alguno de los afectados y empleados de egmasa. Me consta que la entrada ha sido enviada por correo electrónico a muchas personas y también se ha movido por redes sociales en internet. No es que me moleste eso (cuando uno pone cosas en internet, se expone a ello). Me molesta (un poco) que la han usado para reivindicar sus propios derechos personales amparados (en algunas ocasiones) en el anonimato. Y eso está feo. Digamos que adolece de valentía. Se me podría acusar de cobarde también porque no mostré mi opinión estando dentro de la empresa y tendrían razón en esa acusación. Pero eso no quita que me haya parecido mal ser usado como arma contra Goliat. Sobre todo, cuando no era ese el objetivo de mi entrada. Por lo demás, gracias a todos los que habéis comentado la entrada dando vuestro nombre.

En definitiva, que tenemos una situación subrealista: Alguien opina con poco rigor sobre una empresa en la que no trabaja, y su opinión es usada por algunos trabajadores para reivindicar sus derechos. Y encima se hace famoso por ello sin pretenderlo. A mí me suena un poco raro, la verdad.

Así que, cada cual que aguante su vela. La mía no está en este entierro...


Notas finales:
  • Para el que no me conozca, diré que llevo 12 años trabajando en el contexto del medio ambiente en Andalucía. No es que sea un lumbreras, pero he hecho cosas más interesantes que escribir en un estúpido blog. Es sintomático que el sistema se dé cuenta de que una de sus hormigas existe cuando ésta grita su opinión en voz alta y no cuando trabaja denodadamente día tras día (en el fondo esto es lo que más me duele de la repercusión mediática de esto).
  • No me retracto de las opiniones que expresaba en la entrada llamada "EGMASADAS". Puedo estar equivocado y si me convencen de ello, cambiaré de opinión. Vuelvo a pedir perdón si alguien se ha sentido molesto. Pero sigo opinando que egmasa gestiona tremebundamente mal sus recursos humanos.
  • Esta entrada no admite comentarios.
Sed felices TODOS ;)