"Las jergas del lenguaje científico no parecen construidas para establecer una comunicación entre aquellos que los usan, sino para excluir a quienes lo ignoran. "
Esta demoledora cita procede de un libro que estoy leyendo y que se titula "Llamamiento y otros fogonazos". Es en general un libro demoledor. O más bien que pretende justificar filosóficamente la demolición de nuestra actual sociedad mercantilista. Todavía no sé muy bien qué proponen poner en su lugar, pero eso es otra historia. Hoy lo traigo aquí porque esta vez estoy bastante de acuerdo con la cita.
Los lenguajes científicos surgieron probablemente como un intento de sistematizar la forma en la que nombramos conceptos comunes. Si todos nos ponemos de acuerdo en llamarle a una cosa o proceso con el mismo nombre, pues nos entenderemos mejor. Pero muchas veces ocurre justo lo contrario, que el lenguaje así creado se vuelve contra nosotros y dificulta la comunicación en lugar de facilitarla. Lo que me preocupa no es tanto que esto ocurra, sino los motivos por los que sucede. Sospecho que el ego (esa fiera insaciable que todos llevamos dentro) tiene algo que ver en el asunto. Creo que el ego se alimenta de las situaciones en las que uno está por encima de los demás (permítaseme la generalización): publicar más artículos que mis compañeros, tener más proyectos o ganar más dinero. Pero en este caso se trata de una subespecie rara de ego. Podemos llamarle el ego tribal. Si uso una jerga que nadie entiende, ni siquiera mis compañeros más cercanos, probablemente quedaré en evidencia y mi ego sufrirá un duro golpe. Pero si mi jerga la entienden unos pocos (no muchos), pues entonces el ego engordará considerablemente porque hay alguien que me entiende y unos muchos que no son lo suficientemente sabios para hacerlo.
Total, que esto apoya mi teoría de que es el ego y no la ley de la gravedad, el que hace que el mundo gire ;)
(afortunadamente hay honrosas excepciones a esta ley)
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