viernes, 24 de abril de 2015

Sr. González-Pons

Sr. González-Pons

Hoy (24/04/2015) he coincidido con usted en un vuelo Milán-Madrid. Al verle sentado esperando el embarque he tenido la tentación de entablar una conversación con usted. Confieso que la primera sensación que he tenido al verle ha sido la ira. Un enfado sordo en el que, seguramente de manera injusta, le hacía a usted culpable de buena parte de los problemas que afectan a nuestro país. No le conozco personalmente aunque reconozco que su amor por el Mediterráneo me despierta cierta simpatía hacia usted (pero no se emocione, no les votaré…). Ese lugar común ha matizado mi enfado y me ha llevado a escribir este texto mientras cruzamos los Alpes. De hecho, ahora que lo pienso, seguramente es usted el único miembro de su partido que no despierta en mí vergüenza ajena (al menos no todo el rato). Es una sensación rara. Casi seguro que discrepamos en casi todo, pero tiendo a pensar que alguien a quien le gusta tanto el mar no puede ser mala persona ;)

Me dan ganas de preguntarle cómo hemos llegado hasta aquí. Cómo es posible que nadie hiciera nada por evitar la burbuja inmobiliaria, cómo es posible que nuestro sistema educativo (por ejemplo) esté como está, por qué tenemos tantos aeropuertos vacíos, o cómo se explica que un país como el nuestro soporte una tasa de paro tan inconcebible. Muchas preguntas complejas de formular y más de contestar. Le aseguro que se las hago tragándome la ira y asumiendo buena fe por su parte y por los de la "clase" (¿o prefiere casta?) política. ¿es mucho asumir?.

Mientras escribo esto me acuerdo de los muchos amigos bi-licenciados y con doctorado que han perdido su trabajo y han tenido que emigrar para buscarse la vida. Me viene a la cabeza la cantidad ingente de dinero público hemos dilapidado en infraestructuras ahora infrautilizadas. ¿Qué hemos hecho mal para que los de mi generación (tengo 40 años) vivamos peor que la de nuestros padres que vivieron una dictadura?.

Está usted sentado unos cuantos asientos delante de mí. Cuando aterricemos yo tendré que correr a coger mi vuelo a Granada (donde vivo). No volveré a tener la oportunidad de hacerle las preguntas anteriores.

Así que permítame que, apelando a su papel como representante de los ciudadanos (le hayan votado o no), le pida dos cosas bien fáciles:

1) Léase el libro "Lo que era sólido" de Antonio Muñoz Molina. Es muy pequeño, le costará poco. En él se describe de manera clara y directa la visión el autor sobre la situación de nuestro país. Seguramente no estará usted de acuerdo con las razones que D. Antonio argumenta, pero a lo mejor sí con el diagnóstico de la situación. Se lo recomiendo porque de manera implícita el autor repite la idea de "¿cómo hemos llegado hasta aquí?" que intentaba transmitirle anteriormente con mis preguntas.

2) Una vez leído el libro, ¿Sería tan amable de añadir un comentario a esta entrada mostrando sus impresiones?. No le pido un discurso político, sino la reflexión honesta de un hombre que ha sido testigo-protagonista de las última décadas.

Bueno, espero ansioso ese comentario.

Saludos cordiales y buen fin de semana.