"El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados. Sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar al pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido"
El libro de los amores ridículos. Milan Kundera
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he sabido por terceros de tu entrada. Lástima que a algunos les preocupe más que las cosas se publiquen a que ocurran y lástima que no lean otras cosas interesantes que escribes.
ResponderEliminarA mí solo me preocupaban los daños colaterales a gente que aprecio y quiero. pero no me cuentes con los que te censuran.
Gracias Ignacio, no te contaba entre ellos ni mucho menos. Te tengo por experimentado opinador en formato 2.0 ;)
ResponderEliminar... una vez más se escuchó el rebuzno:
ResponderEliminar-"¡MATAD AL MENSAJERO!"...
Por suerte, el mensajero conoce de asuntos más bellos e importantes como para escuchar voces de reyezuelos de paja.
GRACIAS, Curro.