viernes, 6 de mayo de 2011

Rutinas

Confieso que me gustan las rutinas. No es sólo porque viva con una Rut ;) Es más bien que cuando estoy en mitad de una actividad rutinaria, mi mente se relaja y mi yo más profundo se expande ganándole terreno (por fin) al yo superficial lleno de correos electrónicos por mandar, reuniones pendientes y demás tareas inmediatas y epidérmicas. Suena un poco raro. Seguramente lo será. Pero durante el desarrollo de estas actividades rutinarias puedo pensar en cómo me siento, hacia dónde voy o quiero ir, etc.

Llevo una semana redescubriendo la rutina de ir a trabajar. Hace años, cuando estudiaba en la facultad, ir a la Universidad era uno de los mejores momentos del día. Vivía a unos 15 Km del centro y tenía que coger un autobús y luego dar un paseo de unos 15 minutos hasta mi clase. Disfrutaba viendo a la gente conocida entra en el bus y cruzándome con esos amigos anónimos que pasan todos los días por el mismo sitio al a misma hora. Desde hace unos días he cambiado de casa. Ahora vivo más lejos de mi sitio de trabajo. Y aunque parezca una paradoja, disfruto más de los días. Puede que se deba a que veo esto desde mi ventana:


Y además el paseo en bici desde mi casa al trabajo es impresionante. Cada día veo cómo va de agua el río, cuántas especies están floreciendo y respiro el aroma de las estaciones. Es estupendo sentir de nuevo la rutina de pedalear por terreno conocido y amigable. Es como lo que siente un bebé al oir el latir del corazón de su madre. El sonido del río, el sortear de los baches y el respirar acelerado me dan serenidad... (puede resultar cursi. De hecho, es posible que lo sea, pero me encanta)

Por las mañanas, cuando voy al trabajo me cruzo con gente mayor que da paseos desde Granada hasta Cenes, río arriba. Ya empiezo a reconocer sus rostros y a incorporarlos a mi rutina diaria. Por las tardes, cuando vuelvo a casa me cruzo con chicos y chicas jóvenes y tiposos/as que corren para mantenerse en forma. Muchos días voy o vengo con mi pequeño Eloi de copiloto. Le encanta que cojamos flores para su madre (a la vuelta) o para su profe de la guarde (a la ida)...

Y si algún día se me hace tarde puedo ver atardeceres como éste:


Total, todo para decir que mi vida ha cambiado en los últimos días. Pero es más bien por lo de arriba, no por que me vaya a casar, como dicen algunos. Lo cual, por cierto, es mentira podría ;)


6 comentarios:

  1. A saber lo que buscas tú regalándole flores a la profe de Eloi...

    ¿Y qué es eso de que no te vas a casar? Si yo ya había preparado el traje y estaba maquinando cosas para la despedida!!!!

    Bueno, en serio, que me alegro que el cambio de casa te haya venido tan bien.


    Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Raulete, tú has sido el único que ha visto las intenciones reales de tan ñoña entrada ;) No esperaba menos de vos...

    Abrazotes

    ResponderEliminar
  3. Es de tus mejores entradas. Siempre con ese humor que te caracteriza! Mira que decir que no te casas, así me gusta, manteniendo la intriga :D

    Como dice la canción de Medina Azahara:
    "necesito respirar
    descubrir el aire fresco
    y decir cada mañana
    que soy libre como el viento"

    Me alegro mucho del cambio.

    Abrazos!!

    ResponderEliminar
  4. vaya, ¿vuelves a la vida pueblerina? :)
    Me alegro que te guste, luego en invierno es peor, hace frío y no puedes casi salir porque todo está mojado. Pero en esta época es fantástico. A mí me parece que no es la rutina, es el campo abierto... salir al campo... te despeja la mente :D
    Durante unos segundos yo también creí que te casabas... luego me dí cuenta de que no podía ser (eso y que hablé con Susana) ;P

    ResponderEliminar
  5. Me alegra verte así, disfrutando, como bien mereces. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Hola Curro,
    acabo de ver esta entrada aunque haga ya un tiempecillo. Me alegro de tus cambios, y de que sean para bien. Desde luego es un lujazo! dan ganas de irse a Cenes.. mientras tanto bichea esto, si te apetece http://narochfjarran.blogspot.com/
    Besicos!!!
    Maria Rodriguez

    ResponderEliminar