viernes, 29 de noviembre de 2019

Cambio de pantalla

Un amigo dice que la vida es como un videojuego de esos en los que vas pasando por varias pantallas mientras superas ciertas pruebas. Según eso, hoy he terminado de pasar por una de las pantallas más fascinantes de mi vida profesional.

Vuelvo de Madrid de asistir a mi última reunión de la red LTER España en calidad de coordinador de la misma. Ostentaba ese puesto desde 2014. Lo de hoy ha sido el último capítulo de una larga serie cuyo argumento principal era "soltar".

El primer capítulo de esta serie fue una carambola cósmica que ocurrió a finales de 2017: Conseguí ganar un concurso para una plaza de profesor ayudante doctor en el área de ecología de la Universidad de Córdoba. Para un investigador mediocre como yo (en términos de índice H), conseguir esto es extremadamente difícil. Para ser honestos, he de decir que quedé segundo en la lista. Pero el primer candidato y ganador tuvo a bien renunciar a esa plaza. No lo hizo por mi, pero me vino de perlas :)

A partir de ese momento comenzó una lenta maniobra de cambio de rumbo en mi vida. En poco tiempo tenía que pasar de ser un científico especializado en la construcción de infraestructuras de investigación ambientales a un profesor de universidad. Decidí cambiar de negocio porque quería alinear mis responsabilidades con la autoridad que tenía para desempeñarlas. Durante los últimos años en la UGR había adquirido más responsabilidades de las que me correspondían como PAS. Eso generó  tensiones (en mi ego) que no fui capaz de digerir bien, así que acabé optando por cambiar de ambiente.

Hoy termina esa transición.  Ya no tengo ninguna responsabilidad que tenga que ver con el concepto de infraestructura de investigación.

Sirva esta entrada (hasta aquí) como hito de ese cambio y como recordatorio emocionado de lo que pasó en esta etapa que acaba de cerrarse (desde aquí).

Desde 2007 hasta 2018 (11 años nada menos...) he tenido el honor de participar en muchas iniciativas dentro de la UGR. La más relevante de todas ha sido el Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada. Desde que Regino Zamora me fichó en 2006, puse toda mi energía e ilusión en ese proyecto. Construimos un programa de seguimiento, un sistema de información y empezamos a cuantificar alguno de los cambios que el cambio global está provocando. Hemos publicado libros y artículos, hemos organizado jornadas participativas, reuniones y docenas de actividades. También sobrevivimos a una dura crisis económica... Con el tiempo vinieron proyectos europeos y con ellos mayores responsabilidades. Supimos asumirlas con una dignidad y serenidad razonables. Acertamos con humildad e intentamos equivocarnos sabiamente. 

Para mi, lo más relevante de esta etapa en la UGR se expresa usando la primera persona del plural: nosotros. En estos 11 años he asistido a la construcción de iecolab. Lo que empezó siendo una mesa y un perchero se convirtió poco a poco en una identidad colectiva basada en valores como la generosidad, la amabilidad y la vocación de servicio público. Durante estos años he vivido muchas veces con alegría la sensación de no saber si una idea que me venía a la cabeza era realmente mía o formaba parte de ese nosotros. El tiempo que he pasado en iecolab forma parte de las cosas buenas de mi vida. Me siento profundamente orgulloso, agradecido y honrado de haber participado en este humilde intento de mejorar el mundo. 

Solo espero que esta nueva etapa sea tan enriquecedora como la anterior.

Salud y buen viento.





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